El colorete es una de las mejores herramientas que existen para dar vitalidad al rostro, levantar (ópticamente, claro) los pómulos y esculpir las facciones. Pero cuando la piel empieza a perder colágeno –aunque antes sucede de forma sutil, entre los 40 y 50 años esta carencia es evidente–, la falta de tersura y firmeza pueden hacer que la elección de blush no sea tan aleatoria como puede ser a los 20, cuando puedes seguir las tendencias a rajatabla. He aquí la guía definitiva para escoger el que mejor sienta en cada caso y una selección con nuestros favoritos para mujeres con pieles maduras.
El acabado
“Como la piel con los años pierde luminosidad es mejor no decantarse por un colorete mate”, explica a esta cabecera Rubén Zamora, Gato en redes sociales, compartiendo así el primer requisito a la hora de elegir. “Aunque se puede conseguir un efecto de piel jugosa utilizando primero un colorete matificante y añadiendo después iluminador, ya estás cargando la piel de exceso de producto. Y a esta edad son preferibles los acabados hidratantes para que la piel quede jugosa”.
La textura
Aunque hay acabados en polvos luminosos que pueden ser una opción, como norma general el experto aconseja las versiones líquidas hidratantes que aportan un acabado jugoso, o las coloretes en crema. Y siempre que sean modulables y no aporten mucha cobertura en la primera aplicación. “Una textura transparente no marca el poro y aporta ese aspecto de juventud”, explica el experto.
Los tonos
En general, explica Gato, los tonos que proporcionan ese aspecto saludable al rostro son los inspirados en las frutas como cereza, fresa, melocotón… Aunque si quieres afinar más en la elección, añade un truco experto: pellizcarse la piel de las mejillas y elegir un colorete muy parecido al color que adquiere la piel al hacerse esto (más rojizo o más rosado): “Así va a ser más creíble y va a dar el aspecto de una mejilla joven y sana”.
La forma de aplicación
Aunque siempre se ha dicho que el mejor truco es sonreír y depositar el producto en esa ‘mazanita’ que se forma, Gato tiene otra recomendación para pieles maduras: “Como la piel tiende a caer hacia la zona del rictus, si se pone el blush en la mejilla se puede enfatizar el efecto cansado. Por eso es mejor aplicarlo en la zona más alta del hueso, incluso aunque roce con el contorno de ojos, porque dará la sensación de pómulo elevado”, concluye.
El mejor para un efecto duradero: Colour Wash Blush Water Tint, de Victoria Beckham Beauty
- Por qué nos gusta: dura mucho y cunde ídem. Una versión en agua con color que aporta un acabado transparente pigmentado de larga duración (nos encanta el tono vintage rose).
- Ingredientes clave: agua de coco y agua mineralizada.
- Cómo aplicarlo: aunque se puede hacer directamente en el rostro, se seca rápido y cuesta extenderlo, por lo que resulta más fácil extender una gota en la brocha y difuminarlo en la piel.
Colorete de textura acuosa de larga duración y buena pigmentación.
El mejor para unas mejillas jugosas: Skin Idôle Juicy Blush, de Lancôme
- Por qué nos gusta: este colorete líquido aporta color e hidrata gracias a su fórmula enriquecida con niacinamida. El resultado es una mejilla jugosa y glow pero con un acabado duradero.
- Ingredientes clave: niacinamida y vitaminas E y B5.
- Cómo aplicarlo: con brocha, con los dedos o con el aplicador de punta inclinada para depositar la cantidad necesaria de producto y no desperdiciarlo (spoiler: con una gotita es suficiente, pigmenta mucho).
El mejor para un resultado natural (y adaptado al pH de tu piel): Dior Backstage Rosy Glow Stick, de Dior
- Por qué nos gusta: es muy fácil de aplicar, proporciona un acabado devy glow –¿quién no necesita eso?– y permite un resultado adaptado a cada tono de piel gracias a su fórmula capaz de adaptarse al pH de la piel. Además, aporta un efecto relleno muy interesante.
- Ingredientes clave: aceite de cereza.
- Cómo aplicarlo: puede ser directamente con los dedos.
El mejor para amateurs: On the glow, de PIXI
- Por qué nos gusta: este colorete en textura bálsamo aporta un acabado muy natural, es muy hidratante y revitalizante y es muy fácil de aplicar y extender. Puede usarse también como sombra de ojos y color de labios.
- Ingredientes clave: ginseng, aloe vera y extractos de frutas para revitalizar la dermis.
- Cómo aplicarlo: directamente con la barra, creando un trazo ascendente desde abajo hacia arriba y difuminando después directamente con los dedos.
El mejor para un efecto segunda piel (en cualquier momento): Bisou Blush, de Violette FR
- Por qué nos gusta: por su acabado que se funde y empasta con la piel para un efecto hipernatural. De hecho, su creadora, la maquilladora Violette, insiste en que se ha inspirado en ese efecto 'mejilla besada' que tienen los pómulos cuando se sonrojan naturalmente desde dentro. Y para ello se inspiró en una técnica pictórica renacentista: 'sfumato'.
- Ingredientes clave: planta candelilla y ceras sintéticas de abeja.
- Cómo aplicarlo: directamente en la piel y difuminando con la brocha que incorpora en el propio stick (por eso nos encanta para llevarlo en el bolso).
El mejor para las que quieren textura empolvada: Make Me Blush, de YSL
- Por qué nos gusta: su textura en polvo es ultraligera e hidratante, lo que permite un acabado difuminado y muy natural, hidratante pero con la permanencia que ofrecen las texturas en polvo. Casi tanto o más que su acabado nos gusta su polvera acolchada, con espejo incluido, para poder llevarlo en el bolso y alargar su vida útil hasta la eternidad.
- Ingredientes clave: escualeno y rosa mosqueta.
- Cómo aplicarlo: con una brocha de colorete, subiendo su aplicación hacia la zona más alta de la mejilla, casi rozando el ojo.
Más artículos sobre maquillaje para mujeres de más de 50 años




No hay comentarios:
Publicar un comentario