“El eyeliner se vuelve más importante con la edad. Las pestañas tienden a afinarse con el tiempo, y un delineador en las raíces ayuda a recuperar esa plenitud juvenil”, declaraba a Vogue hace tan solo unos días la maquilladora profesional Stevi Christine, a propósito de los mejores eyeliners para mujeres mayores de 50 para levantar la mirada al instante. Dos días después de la publicación de ese artículo en esta cabecera, la Reina Letizia lo demostraba fuera del papel: el eyeliner, y más concretamente el eyeliner de color ciruela, es la apuesta segura de quienes buscan enfatizar y rejuvenecer la mirada.


Pero, ¿por qué ciruela? Bien, en el caso concreto de la Reina —teniendo en cuenta que sus ojos son de un tono marrón verdoso—, el eyeliner ciruela, al ser de un color complementario del verde, crea un contraste de lo más favorecedor que realza sin esfuerzo el brillo natural y los matices de los ojos de esta tonalidad. Además, no endurece los rasgos ni la mirada como sí ocurre con el eyeliner negro y, si se opta por una fórmula en crema o lápiz en lugar de por un delineador líquido, resultará además muy fácil de difuminar. En otras palabras: este tipo de fórmulas y tonalidades más suaves son especialmente recomendables para párpados maduros, ya que permiten definir la mirada sin marcar pliegues o líneas de expresión en exceso, y aportan profundidad sin renunciar a la frescura de un maquillaje natural.
Y es que queda claro que no se puede subestimar el poder de este tipo de matices cromáticos, aparentemente sutiles, que pueden transformar por completo la expresión del rostro. Los tonos ciruela, berenjena o vino aportan calidez y profundidad sin recurrir a la severidad del negro, adaptándose a las necesidades de los párpados maduros y favoreciendo a practicamente cualquier tono de piel. Por eso Alexa Perisco, maquilladora profesional y fundadora de la marca homónima, declaraba también en el artículo de referencia lo difícil que resulta superar tonos como el marrón oscuro, el bronce o el ciruela para ojos maduros. "Estos tonos realzan el color de los ojos al tiempo que mantienen un look general suave y elegante", y Jenny Patinkin, compañera de profesión, secundaba la moción defendiendo su preferencia por los tonos fríos: "Me encantan los eyeliners en azul marino, gris o ciruela. Un subtono azul hace que el blanco de los ojos resalte y tenga un aspecto bonito y luminoso", añadía. Y si las expertas lo dicen y la Reina lo demuestra, no hay más que hablar.
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