“El maquillaje es alegría, es libertad”: así debuta Louis Vuitton en el mundo de la belleza con Pat McGrath

"Ha pasado, es un sueño hecho realidad”, repite Pat McGrath con efusividad y ‘alegría’ (es una de sus palabras preferidas a la hora de hablar de maquillaje) para referirse a La Beauté Louis Vuitton, el proyecto con el que la casa de moda desembarca en el mundo de la belleza con ella a la cabeza como directora creativa. Es un acto de justicia divina. La legendaria maquilladora lleva 20 años capitaneando los looks de los desfiles de la casa –“Cada temporada es una sorpresa, una conversación en la que todo sirve de inspiración para abrazar la conexión con la propuesta de moda”, explica–. Y ahora, tras cinco años de trabajo intenso pero feliz (como ella lo define) podemos ver el resultado. Una colección con dos ejes principales, ojos y labios, que probablemente seguirá creciendo. “Es solo el comienzo”, adelanta. Aunque insiste, eso sí, en el valor artesanal de la propuesta, en los detalles que hay detrás de cada una de las creaciones y en el objetivo prioritario de construir productos de calidad y atemporales con tonos favorecedores para todo el mundo.

Más que maquillaje, una extensión del legado Louis Vuitton

De ahí que haya 55 barras de labios (en acabado brillo y mate y formato refill ) y que cada una cuente una historia del legado de la casa con infinidad de detalles. ¿Un ejemplo? 896 Monogram Rouge, un color a caballo entre el tono marrón del clásico Monogram canvas (creado, por cierto en 1896, todo cuadra) y el clásico lipstick rojo. El aroma de los perfumes de estos labiales, que la propia Pat probó en el backstage ante la sorpresa de los presentes, es resultado de su colaboración con Jacques Cavallier, perfumista de la casa. Como ella misma dice, “pintarse los labios es un lujo silencioso, una especie de glamour lento” al que hay que dedicarle toda la atención.

La riqueza de ingredientes de su fórmula ha sido otra de las obsesiones del equipo y por eso se han empleado ceras naturales de rosa, jazmín y mimosa (el olor también se inspira en estas flores) y hay un componente mayoritario de activos de tratamiento como el ácido hialurónico. La propuesta se completa con diez tonos diferentes de bálsamos labiales y ocho paletas de sombras de ojos en las que se mezcla la herencia de la marca –una de ellas, Beige Memento, se inspira en la pátina que con el tiempo adquiere la piel de los bolsos de la maison– con algunas de las señas de identidad de la maquilladora como su fervor por los tonos azules. “El maquillaje es alegría, es libertad, y en un mundo como este lo necesitamos”, concluye McGrath.